Por arriba de este punto se tiene un estado de agregación en el cual no hay distinción entre líquido y gas, por lo cual se le conoce como Zona de Estados Continuos o Supercrítica (figura 3 líneas negras).
Los fluidos que se encuentran en la zona de estados continuos presentan una presión tan alta que las partículas que los constituyen se encuentran muy cercanas una con otra. No obstante su temperatura es tan elevada que la magnitud de las fuerzas de atracción de los átomos o moléculas no es suficiente para provocar la condensación ya que la energía cinética molecular es muy elevada.
Los fluidos supercríticos por lo tanto, no se pueden licuar, presentan densidades semejantes a los de los líquidos, además al presentar viscosidades semejantes a las de un gas su capacidad de penetrar una matriz sólida es alta. Todo esto los convierte en excelentes disolventes industriales para los procesos de lixiviación.
A lo anterior debe añadirse que basta con cambios en la presión y/o temperatura de trabajo para modificar las propiedades del fluido supercrítico. De la misma manera la separación del disolvente y el soluto extraído se realiza simplemente transformándolo en gas por la modificación de los parámetros de trabajo. |